En tus 30s empezás a entender los por qués de tus padres y demás adultos, como profesores, presentes en tu vida cuando eras niño y adolescente.

La felicidad se logra en gran medida en disfrutar de las pequeñas cosas. Pero, y un gran pero, necesitas un mínimo de condiciones de vida para poder disfrutar de esas pequeñas cosas. No estoy haciendo ningún gran descubrimiento aquí, pero me parece cruel decirle a todos, sin importar su condición, que simplemente “disfruten de las pequeñas cosas”.

La falta de propósito conduce a la falta de objetivos claros, lo que a su vez lleva a una mente que se distrae más fácilmente.

Cuánto más preciada (y a veces difícil de conseguir) se vuelve la tranquilidad a medida que pasan los años. Una mañana de sábado o domingo en casa tomando un café en silencio o con música tranquila es oro.

Del post sobre la soledad me surge la curiosidad de si esto que vivimos actualmente (una atomización de la sociedad con crecientes niveles de sufrimiento por soledad) tiene precedentes en algún momento de la historia o no. Si es, quizás, un fenómeno cíclico que ya ocurrió otras veces. Si alguien que lee esto sabe por sí o por no, me encantaría saber más

Haciendo una tarea mentalmente exigente necesito que mi mente esté libre de “ruido” por lo que música minimalista o nada de música en sí es lo mejor. Techno, minimal techno, ambiental es lo que suelo elegir.

Pero caso contrario, una tarea mentalmente poco exigente, hasta aburrida, hace que mi mente necesite ese ruido. Por lo que es mejor música con vocales, emocionante, dinámica, etc.

Una causa no negativa del uso compulsivo de redes sociales es la necesidad de compartir. Música, películas, memes, algo que vimos en la calle, un evento de nuestras vidas. Digo no negativa porque es un aspecto de la vida fundamental de cada persona. Pero en una sociedad cada vez más atomizada, donde abunda cada vez más la soledad, a veces no tenemos nadie con quien compartir cosas en persona.